¿Quién es el padre de la IA?
Hablar de Inteligencia Artificial (IA) es hablar de Alan Turing: el padre de la IA. Y es que aunque el término de inteligencia artificial ni siquiera existía en la época —John McCarthy recién lo presentó en 1956, dos años después de la muerte prematura de Turing— sus ideas demostraron tener una profunda influencia sobre este nuevo campo.
Pero, ¿quién era Alan Turing? En este artículo te lo contamos.
Alan Turing: el padre de la IA
Alan Turing fue un matemático, lógico, informático, teórico, criptógrafo, filósofo y biólogo teórico británico, que tuvo aportes importantes en la historia mundial.
El primer trabajo que se destaca para el avance de lo que posteriormente se conocería como inteligencia artificial fue realizado a mediados del siglo XX por el matemático de origen británico. En 1935, Turing describió una máquina de computación abstracta con memoria ilimitada que puede operar gracias a un escáner que se mueve hacia adelante y hacia atrás a través de la memoria.
En 1936 publicó su ensayo sobre números calculables. Con esto introdujo el concepto teórico de un dispositivo de cálculo, que hoy se conoce como la Máquina de Turing.
La máquina de Turing
A los 26 años, Turing comenzó a trabajar para el servicio oficial británico de cifrado. Obtuvo el doctorado por la Universidad de Princeton, especializándose en criptología. En 1936, imaginó una computadora que resolviera cualquier problema traducido a expresiones matemáticas y luego reducido a una cadena de operaciones lógicas con números binarios, en las que solamente cabían dos decisiones: verdadero o falso. Aquí se trataba de reducir cifras, letras, imágenes, sonidos a unos y ceros, y usar un programa para resolver los problemas en pasos muy simples.
Enigma era la máquina alemana que encriptaba mensajes durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras que Bombe fue creada en 1939 por Turing para poder desencriptar dichos mensajes del ejército alemán y poder localizarlos, adelantándose a su estrategia. Era una versión mejorada de un dispositivo diseñado en 1938 por el criptologista polaco Marian Rejewski. Además, Bombe fue la precursora de la computadora programable electrónica digital.
Alan Turing y el punto de partida de la inteligencia artificial
En 1950 Turing inició su artículo Computing machinery and intelligence formulando la siguiente pregunta: ¿las máquinas pueden pensar? Él fue el primer científico en cuestionarse esto, aunque no acuñó el término que hoy conocemos como inteligencia artificial.
Los fundamentos teóricos de la inteligencia artificial, se encuentran en el experimento que propone en dicho artículo y que pasó a denominarse Test de Turing, en donde se planteó que una máquina se hiciera pasar por humano en una charla ciega. Este test sigue estando vigente en la actualidad y es motivo de estudios e investigaciones continuas.
Para que se entienda mejor, el Test de Turing consiste en un humano que debe realizar una serie de preguntas a dos ‘sujetos’. Uno de ellos es una máquina. Pues bien, el humano que hace las preguntas debe adivinar en qué ocasiones responde la máquina y en cuáles no. Cuantas más veces confunda a la máquina con el humano real, más probabilidades hay de que el ordenador en cuestión se le considere como potencialmente ‘pensante’.
Por otro lado, Turing contribuyó también a la biología matemática. Publicó un artículo en 1952 que derivó en un campo de investigación matemática basada en la formación de patrones, utilizada en la actualidad.
Durante este año, Alan Turing vio interrumpida su meteórica trayectoria por una condena por ‘comportamiento indecente’, asociada simplemente a su orientación sexual.
En aquella época, este tipo de ‘delitos’ conllevaban penas de prisión o bien el sometimiento a un proceso hormonal con estrógenos (hormonas femeninas) para inhibir la sexualidad de los varones, lo que se conoce comúnmente como ‘castración química’. Turing eligió la segunda opción con tal de no ser privado de su libertad.
Hacia el final de sus días, el informático había sentado importantes bases en la construcción de las máquinas ‘pensantes’ digitales y había reflexionado sobre las consideraciones éticas que esto presenta —algo sobre lo que luego el escritor Isaac Asimov haría grandes aportaciones—. A la fecha, Alan Turing es considerado el padre de la IA.